JULIO 2010 – ADRIÁN MÁRQUEZ

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Especialista en Educacíón a Distancia (no presencial)

Prof. Ens. Sup. en Análisis de Sistemas de Computación

Profesor Universitario

“Algunas instituciones generan proyectos a distancia que no siempre están sustentados por el paradigma de la Educación a Distancia”.

La Educación a Distancia (EaD) viene abriendo caminos desde hace algunos años, sostenida principalmente, por el desarrollo de las nuevas tecnologías de la educación y la comunicación. Desde la enseñanza por correo postal hasta los formatos interactivos de plataformas Web, esta manera de impartir conocimientos amplia cada vez más sus horizontes dentro de la educación general.

En el contexto latinoamericano, Argentina es uno de los países líderes en Educación a Distancia creando en la década del 70’ la Asociación Argentina de Educación a Distancia. Aunque en nuestro país está más normatizada la educación semi-presencial, la EaD comienza a tener un desarrollo masivo durante la década del 90’, alentada principalmente, por las políticas de “apertura” que generó una explosión en la educación privada.

Desde sus inicios la EaD ha planteado serios debates, principalmente, desde las teorías que sostienen lo vincular como base de todas relaciones interpersonales. De esta manera, la analogía con la educación tradicional se transforma en un análisis obligado.

Algunos especialistas sostienen que la EaD desjerarquiza las relaciones personales y dificulta la motivación del alumno porque no existe encuentro físico entre sujetos. La autorregulación en el estudio es otro de los principios en discusión, donde se plantea la imposibilidad de crear hábitos estables cuando el capacitado no tiene establecida pautas concretas de estudio.

Adrián Márquez es analista programador y tutor en sistema de formación y capacitación a distancia. Desde hace años, se desempeña como profesor de Análisis de Sistemas por Computación en la carrera de Analista de Sistema en el Instituto Superior de Comercio Nº 49 “Cap. Gral. J. J. de Urquiza”, del cual además es regente.

Sostiene Márquez que “Algunas instituciones generan proyectos a distancia que no siempre están sustentados por el paradigma de la Educación a Distancia”.

 ¿Que sostiene este paradigma?

En primer lugar podríamos decir que la Educación a Distancia es una capacitación donde el alumno está convocado al autoestudio. Ésta es una definición central a la que hay que estar muy atentos por que se puede generar lo que se conoce como “soledad del alumno”, en este sentido, es muy importante que el proyecto educativo esté solidamente armado para evitar la deserción del estudiante.

Otro aspecto de este paradigma es el trabajo colaborativo que plantea el sistema, que es muy distinto, al que se expresa en la educación tradicional, aquí no hay un docente, un director o un preceptor sino que el alumno está asociado a un equipo multidisciplinar donde todos los implicados en el proceso educativo desarrollan roles docentes.

La definición del espacio físico es muy distinta a la que se plantea en la educación tradicional, mientras que en ésta queda claramente circunscripto al aula, en la EaD no hay un lugar de encuentro específico sino una “conexión” específica.

Otro aspecto es el tiempo de estudio, que el alumno distribuye de manera especial según sus requerimientos. Si bien esto puede parecer caótico, muchas plataformas Web funcionan con horarios preestablecidos por que no se puede presentar un proyecto que no sea planificado en sus tiempos.

También hay que considerar el sector etáreo al cual está dirigido que, de alguna manera, son los que han quedado afuera del sistema tradicional. Este sector esta integrado por los adultos que, por cuestiones de tiempo, no se pueden encuadrar en las estructuras horarias que plantea la educación tradicional. La Educación a Distancia esta asociada, generalmente, al adulto que trabaja.

Por último, señalaría la heterogeneidad del alumno que es algo común tanto en la educación tradicional como a distancia.

Sostiene Márquez que un proyecto de Educación a Distancia (cursos, carreras, posgrados, etc.) con serias posibilidades de éxito tarda entre 12 y 18 meses de elaboración. “La Educación a Distancia depende de cada proyecto y se evalúa previamente cual es el perfil de alumno y el objetivo que persigue. Una vez capturado ese alumno, apuntamos a conocer sus particularidades, su nivel de conocimiento, si trabaja, que horario disponibles tiene, etc. De esa evaluación previa, el equipo de trabajo hace una “media” y establece horarios, tipos de actividades  y contenidos con los cuales se va a elaborar el proyecto”

¿Cómo está integrado este equipo de trabajo?

En primer lugar, es un equipo interdisciplinario integrado por planificadores, diseñadores de materiales, expertos en evaluación de materiales, profesores, tutores, responsables del seguimiento del aprendizaje y el administrador de la red que sostiene el soporte técnico. Lo que hay que destacar es que todos los profesionales deben tener un rol docente. La necesidad de contar con un plantel numeroso hace que los proyectos sean costosos a la hora de ponerlos en práctica. 

¿Como se capacita el personal para éstos proyectos?

Este es un punto crítico, ningún sistema educativo dentro del país y en particular en la provincia de Santa Fe, abordan la capacitación de profesionales en este rubro. En los diseños curriculares del profesorado, hay algo de educación a distancia pero está tomado como una alternativa más de capacitación. No se profundizan ni generan profesores o tutores o equipos multidisciplinares con una capacitación específica. Esto determina que a la hora de crear proyectos de este tipo, estén establecidos todos los roles menos el de docente.

Resolver esto nos permitiría aplicar los conceptos docentes a la especificidad de los sistemas de EaD. Por ejemplo, los materiales de estudio, centro de toda educación a distancia, son adaptaciones de los aplicados a la educación tradicional, cuando en la EaD la elaboración del material implica un modelo distinto llamado “Modelo mediado didáctico” que son realizados por expertos. Por ejemplo, las ilustraciones no deben tener más del 40 % de la publicación, un texto tiene que ser específico y no contener más de 20 o 25 páginas por que ese texto actúa como mediador entre el profesor y el alumno.

La Educación a distancia no es impartir conocimientos tradicionales mediados por la tecnología, sino la elaboración de un nuevo paradigma de aprendizaje.

Algunos especialistas sostienen que uno de los problemas que atraviesa la Educación a Distancia es el estímulo al autoestudio, principalmente, cuando lo que esta en juego es la posibilidad de la motivación del alumno. En este sentido, Márquez sostiene que parte de ese “enganche” se logra con la correcta aplicación de materiales de estudio elaborados por expertos, que no solamente generen textos, sino que además, capaciten, evalúen y hasta tengan buen humor. Este especialista, que está detrás de todo proyecto serio, es el tutor.

 ¿Cuales son las funciones básicas de un tutor?

El tutor en la EaD debe tener conocimientos generales de la disciplina que estudia el alumno. Lleva una ficha y hace un seguimiento específico por cada estudiante, de esta manera, logra una atención personalizada que le impide tener a cargo más de 10 alumnos. El seguimiento es continuo, cualquier actividad, cualquier evaluación que el alumno envíe debe ser calificada en no menos de 24 hs. El estudiante debe tener un diálogo continuo con su tutor sea, en tiempo real (llamada telefónica) o en tiempo diferido. La espera de más de 24 hs genera un caos en su concepción de alumno virtual. Para el seguimiento tutorial existe gran cantidad de herramienta que han sido probadas donde, no solo se evalúa al alumno en cuanto a su capacidades, sino también a su emocional. De la figura del tutor depende prácticamente el sostén del estudiante, por eso, este profesional debe tener cuatro cualidades básicas: honestidad, cordialidad, capacidad de aceptación y empatía.

En el ámbito público, la Educación a Distancia está prácticamente monopolizada por las universidades de las cuales depende la certificación de cursado que, a su vez, son avaladas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Si bien la normativa es específica, deja de lado cuestiones importantes que hacen a este sistema, entre ellas, no especifica cuales son las funciones concretas del equipo multidisciplinar que está avocado a la educación y además, no establece con claridad los perfiles para cada una de las distintas fases del aprendizaje.

El estado no ha tomado participación activa en la generación de fondos para la inclusión de este tipo de metodología. En la provincia de Santa fe existen proyectos de EaD aislados y descontextualizados de un protocolo global. Las capacitaciones que se dictan apuntan al desarrollo de las Tics, pero no al de Educación a Distancia.

Aunque hay mucha oferta tecnológica, las instituciones terciarias de la provincia no cuentan con recursos humanos capacitados para llevar adelante emprendimientos de esta naturaleza.

El avance de las nuevas tecnologías de la educación y la comunicación, sumado a una mayor necesidad de capacitación y menor disponibilidad de tiempo para llevar adelante una educación presencial o semi presencial, hacen que la Educación a Distancia se imponga a futuro como paradigma de aprendizaje para una porción importante de la sociedad.

Por Fabio Montero