Noviembre 2010 – CLAUDIA SALDAÑA

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Claudia Saldaña es Diputada Provincial desde el año 2007, Docente de la escuela técnica N° 660 de Empalme Granero, e integrante de las comisiones de: Cultura y Medios de Comunicación; Educación, Ciencia y Tecnología; Derechos y Garantías y la comisión de Vivienda y Urbanismo.

“En nuestra provincia hubo un retroceso en cuanto a considerar la educación como herramienta de inclusión social”

Por Fabio Montero

Desde hace muchos años se ha instalado en las escuelas un debate que aún permanece abierto. Por un lado, los que consideran que están solo para impartir conocimientos pedagógicos. Por otro, los que, a partir de las crisis por las que atraviesa nuestro país, sostienen que deben ser, además, un espacio de contención, salud y asistencia social.

Este debate no solo es trasversal a las escuelas sino que eclosiona en ellas, debido a que son una de las pocas instituciones que han permanecido intactas a la valoración social.

Claudia Saldaña es Diputada Provincial desde el año 2007, docente de la escuela técnica N° 660 de Empalme Granero y, como más le gusta identificarse, militante social y política desde los trece años. Integra las comisiones de: Cultura y Medios de Comunicación; Educación, Ciencia y Tecnología; Derechos y Garantías y la comisión de Vivienda y Urbanismo.

La entrevista la realizamos en el Centro de Estudios Populares (C.E.P.), una casona antigua ubicada en el corazón del centro rosarino, que aún ha resistido el embate de las construcciones edilicias. La oficina, donde además funciona un centro de capacitación para jóvenes emprendedores, da a la calle Zeballos, que por esas horas, (19hs) comenzaba a llenarse de ruidos. Cuando el agua caliente mojo la yerba, encendí el grabador.

Uno de los proyectos motorizados por el sector que representa la Diputada Provincial es el de Jornada Escolar Complementaria. Permite –sostiene- incluir socialmente a las familias más numerosas y humildes, incorporando a sus hijos a diversas actividades artísticas, sociales, culturales, etc. Ofrecer –dice- desde la escuela pública los mismos servicios que ofrecen las escuelas privadas debe ser parte de las políticas de Estado.

¿Cómo surge el proyecto de Jornada Escolar Complementaria?

Este proyecto surge con la ley nacional 26.206 y debido a que el estado provincial no lo toma como política de Estado, nosotros le damos curso desde el legislativo.

En nuestra provincia, hubo un retroceso en cuanto a considerar la educación como herramienta de inclusión social, a tal punto, que la primera acción que quiso tomar este gobierno fue la de desmantelar totalmente los Centros Educativos de Capacitación Laboral para Adultos (CECLA) que, por ahora, está frenado por la resistencia de los que ayudaron a implementar estos proyectos de educación no formal.

Otro ejemplo en este sentido es el de Vínculo, que es la única institución de la provincia de Santa Fe que lleva adelante un programa para la formación de técnicos en adicciones. Este año, el gobierno provincial le informó que no podrán seguir ocupando el ámbito de la escuela Gurruchaga. Esta institución corre el riesgo de no tener lugar físico donde dictar las clases.

Estas contradicciones del gobierno de la provincia lo ubican en lo más conservador de la educación, es decir, de la manera que se la pensaba hace 20 o 30 años, cuando las escuelas solo dictaban matemáticas y lengua sin tener en cuenta lo que es la educación integral y, desconociendo además, la ley nacional que plantea una concepción más abierta.

Es concreta la apreciación que hace el gobierno de Binner, en relación al decreto de asignación universal, cuando plantea que en las escuelas de la provincia de Sante Fe no hay bancos. Lo que admite, es que las escuelas no estaban preparadas para que los chicos estén en las aulas. Estaba institucionalizado que a la escuela no iban todos. Cuando logras la inclusión de los jóvenes con las asignaciones universales, reacciona todo el sistema porque no estaba preparado para absorber a los alumnos. Por otro lado, admite que el sistema es expulsivo ya que comienza con 2 o 3 primeros años con cuarenta alumnos por cursos y terminan el quinto año no más de 15 alumnos.

En la provincia hay 70 escuelas públicas que tienen Jornada Escolar Complementaria y lo lograron –dice Saldaña-  gracias a la lucha de la comunidad educativa que le ha disputado ese espacio al propio Ministerio de Educación. Hay que destacar, que en Santa Fe hay 2079 instituciones de carácter público, lo que deja en claro, que la mayoría de las escuelas no tiene actividades de este tipo.

¿Se puede hablar de una educación integral solo con los docentes?

Los docentes se encuentran solos, sin equipos interdisciplinarios que permita atender la complejidad de las aulas y enfrentar las secuelas de lo que pasó en el país con la desocupación, el hambre, etc.

El estado tiene distintas herramientas para articular lo que es la inclusión social, tenés el dispensario, la escuela, el club del barrio, el municipio, es decir, la presencia del Estado está en distintos ámbitos. Pero, hay lugares en que el único espacio de contención y encuentro de la comunidad es la escuela. No hay otro lugar. La escuela es clave si se entiende que la educación es integral cuando aporta valores para la vida.

Frente a esta complejidad, y partiendo de la base que el docente que no está formado para entender en todos los temas, debe haber un ámbito de interacción con otros profesionales.

¿Cuándo habla de otros profesionales incluye a los Preventores en Violencia y Adicciones?

Si, entre otros. El programa de Preventores en Violencia y Adicciones trabaja, también,  dentro del ámbito escolar, pero no apuntamos a que el docente forme a los chicos. Entendemos que debe haber otros agentes que pueden trasmitir esos saberes, por ejemplo, los operadores comunitarios en salud mental y adicciones. Con un operador dentro del ámbito educativo la problemática de la adicción puede ser resuelta incluso con los propios pares.

¿En qué escuelas están desarrollando el programa Preventores?

Trabajamos dentro de algunas escuelas de las cuales recibimos mucha colaboración. Hoy estamos desarrollando el programa preventores en escuelas de Villa Gobernador Gálvez y San Cristóbal. Cuando nos llaman de la escuela de Villa Gobernador Gálvez, los docentes enfrentaban el cuadro de un chico que estaba en coma por consumo de paco y no tenían manera de abordar el problema. Lo plantean en primera instancia al Ministerio y a la supervisora, pero en concreto, no les dieron respuestas por que a nivel oficial no tienen herramientas para enfrentar la problemática. Si bien nación largó un curso virtual para que los docentes empiecen a incorporar algunos saberes, resulta insuficiente por la complejidad y el compromiso que tienen los jóvenes con las drogas.

En algunas escuelas los docentes nos pedían que vayamos y, a la hora de ir, el que ponía traba era el director tratando de negar la situación que pasaba en ese establecimiento

Si bien el programa no está pensado para hacerlo dentro de la escuela, si somos convocados por algún establecimiento vamos y trabajamos con los alumnos. La actividad la desarrollamos con la experiencia de haber realizado 2 cursos de preventores y estar cursando el 3°. Recabamos información y datos y sobre esa base ajustamos de acuerdo a las necesidades que va teniendo el programa. Este año logramos, en un hecho inédito, que los propios jóvenes formen el equipo docente que trabaja sobre las situaciones que se van planteando, en muchos casos, con relatos muy duros en relación al consumo de drogas.

¿Cuál es la problemática más importante que encuentran dentro de las aulas?

Uno de los primeros obstáculos con los que nos encontramos es dónde derivar. Hoy no hay, dentro del ámbito provincial, un lugar que rehabilite socialmente a los chicos que consumen. El tema es que los jóvenes que consumen son vistos como delincuentes, entonces, durante mucho tiempo, la salud pública no tuvo incumbencia sobre el tema. Recién hoy están incorporando la idea de atención al adicto como un problema de salud mental. En general, lo que se hacia era llamar a la policía para que tome un problema que era del ámbito de la salud.

Hoy un docente no puede dar clases con alumnos intoxicados, cuando tenés un pibe que no logra atender, donde genera situaciones de conflicto y falta de concentración, seguramente está marcando condiciones de violencia o de adicciones

¿Cuál es el mejor abordaje para trabajar con jóvenes?

Los jóvenes manifiestan mucha ausencia de vínculos y soledad que se manifiesta en el aislamiento, por eso, trabajamos mucho sobre los perjuicios que plantea la individualidad. Se aprende a trabajar en grupo, por que esta instancia es la que los va a ayudar a resolver los problemas. Así comienzan a apoyarse en los compañeros y a reconocer que los vínculos que ellos tenían eran vínculos enfermos que giraban alrededor del consumo.

¿Alcanza la escuela para resolver estos problemas o es necesario un trabajo interinstitucional?

Es difícil el trabajo interinstitucional en los barrios, más aún, cuando muchos sectores lo único que piden es la represión de los que consumen. Intentamos trabajar en los barrios con los que comparten nuestro paradigma, no podemos trabajar con alguien que llame a la policía para intervenir en estas situaciones. Sabemos que las veces que actúa la policía es para vejar y torturar a los jóvenes. Muchos no entienden que hay que respetar los derechos humanos que están legitimados dentro de la propia sociedad 

¿El Ministerio de Educación provincial ha tomado esta problemática?

No se ha logrado que nuestro proyecto se discuta. A nivel nacional hay una ley que se aprobó el año pasado vinculada a educación y prevención del uso problemático de drogas. El ministerio nacional larga un manual de consumo problemático de drogas y una capacitación para docentes. El ministerio de la provincia ni informó acerca de la capacitación, ni distribuyó los manuales. Los docentes que realizaron el curso se enteraron por sus propios medios. El gobierno de la provincia de Santa Fe no entiende que educación integral es educación para la vida y que hoy uno de los problemas de los jóvenes está vinculado con el consumo de drogas. El abordaje de esta problemática es trasversal a la educación. La acción desde las escuelas debe ser más comprometida.

¿Cree que el gobierno no implementa estos proyectos por falta de recursos económicos?

El proyecto no implicaría mayores erogaciones para el gobierno de la provincia, simplemente habría que redireccionar el presupuesto. El desgaste que sufren los docentes frente al aula, con un 40% de chicos con algún problema vinculado con las drogas o la violencia, terminan en pedidos de licencias por enfermedad, principalmente psiquiátricas, que se traducen en cientos de horas de reemplazo.

El proyecto a nivel nacional se aplica con éxito. En provincia de Buenos Aires ha tenido avances importantísimos donde, además, articulan entre los distintos ministerios, principalmente, los de Educación, Salud, Trabajo y Desarrollo Social. El problema no es de plata. Es ideológico.