¿Qué es Orientación vocacional?

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Es un asesoramiento realizado por orientadores capacitados para el seguimiento y guía en la toma de decisiones de elegir estudios o una profesión valorando todos los elementos que intervienen en este proceso. No se trata sólo de resolver indecisiones o problemas puntuales, sino también de ayudar a las personas a ser independientes y críticas en sus criterios de elección, favorecer la toma de decisiones y ser capaces de hacer un proyecto de futuro por ellos mismos facilitando las herramientas necesarias para superar periodos de transición.

La orientación profesional es un proceso continuo y gradual, por lo tanto involucra a personas de cualquier edad y nivel de estudio,  por esta razón es necesario no desvincular las diferentes etapas formativas: primaria, secundaria, formación profesional, universidad… y toda la formación complementaria y de reciclaje que se pueda recibir. Por lo tanto en el proceso de orientación no sólo cuenta el presente, sino que es un acto vinculado al pasado y, sobretodo, al futuro.  Es imprescindible pensar sin apuro y con perspectiva. Es necesario ser realista y tener alternativas claras por si fallan las cosas o por si no se cumplen las previsiones o los deseos

¿Qué es elegir?

Por: Dra. Marina Müller

En orientación vocacional se da mucha importancia al hecho de ELEGIR.

En realidad, hay muchas cosas que no elegimos: nuestra familia de origen, nuestra fecha de nacimiento, y muchas otras cosas.

Pero desde muy pequeños, empezamos a elegir las cosas que nos gustan y las que no nos gustan, las que amamos y las que no nos interesan, los amigos y las amigas, las comidas, la ropa, los programas que preferimos, la música, las actividades recreativas.

A veces nos cuesta elegir, a veces no sabemos cómo hacer para elegir, cuando se trata de cosas importantes. Por eso decimos que se puede aprender a elegir.

No solo un estudio, una carrera, un oficio, un empleo. También los amigos y las amigas, la pareja, la forma de vivir, lo que valoramos, aquellas cosas por las que vale la pena esforzarnos.

Lo que nos resulta valioso no nos resulta accesible desde un principio ni necesariamente fácil. Nos damos cuenta paulatinamente, en la medida en que aprendemos a descubrir nuestros intereses.

Hay que aprender a escuchar y entender la buena música para poder gozar con ella; a leer atentamente un texto para entender lo que transmite, a comprender a las personas, a diferenciar lo que nos hace bien de lo que nos daña.

La educación ayuda a diferenciar y a reconocer nuestros intereses. La educación tiene como una de sus tareas enseñar a interesarse por algunas cosas.

Aprender a reconocer lo que consideramos valioso, a distinguir lo más importante de lo menos importante, es una condición para lograr un proyecto de vida y para la comunicación con los demás.

Ser feliz supone entre otras cosas, tener proyectos. Comenzar hoy algo sabiendo que mañana, si nada lo impide, lo proseguiremos.

En una elección importante influyen muchos factores.

Algunos de ellos son:

• nuestros valores e ideales
• lo que nos gusta hacer
• lo que nos da seguridad
• lo que creemos que nos conviene (por ejemplo, económicamente)
• lo que piensan y valoran nuestros seres queridos (nuestros padres, amigos y amigas, hermanos y hermanas, novios y novias, maridos y esposas, hijos e hijas) y lo que esperan de nosotros

Para elegir es necesario saber qué influencia tienen esos factores en nuestro proyecto.

No es una buena elección estudiar una carrera larga y difícil porque es la misma que estudió el padre, aunque no sea la que a uno le gusta.

O dedicarse a algo que no nos gusta o no nos hace sentir bien, solamente porque en esa actividad se espera ganar mucho dinero.

O pensar que no vale la pena prepararnos para algo que tenemos aptitudes y amamos, porque estamos convencidos que no vamos a encontrar trabajo en eso.

O que debemos elegir algo que conforme a nuestros seres queridos, aunque a nosotros no nos guste.

Pero la situación económica y nuestras potencialidades influyen en nuestras opciones. Las condiciones económicas pueden llegar a limitar nuestros proyectos de estudio o de trabajo.

Sin embargo, nada nos impide conocernos e informarnos más y mejor, para decidir nuestro proyecto de vida.

Hay muchas posibilidades en cada inclinación vocacional, la cuestión es encontrar aquella que podamos desarrollar en un trabajo digno, que responda a nuestro proyecto de vida.

Y atención: los protagonistas centrales de nuestra vida somos nosotros mismos. En esto no estamos solos, ni elegimos solamente para nuestra conveniencia.

Nuestras elecciones vocacionales y laborales no solo influyen en nuestras vidas, sino en las de quienes nos rodean, y las de quienes serviremos con nuestro trabajo.

Elegir siempre significa definir algunas alternativas, dejando para otro momento, o renunciando, a otras muchas posibilidades. Esto no es fácil, requiere de alguna manera “despedirse” de esas otras posibilidades, para preferir la que se elige.

Elegir algo supone al mismo tiempo NO elegir otras muchas cosas, que pueden tener importancia para quien elige. Elegir significa pasar por una despedida, un desprendimiento respecto a todo lo que NO elegimos en un momento dado. A veces esto es difícil, quizás duela.

Algunos temen que al elegir, sea algo “para toda la vida”, que se convierta en una especie de encierro.

Sin embargo, actualmente una persona raramente encuentra “un solo empleo para toda la vida”. Deberá actualizar sus conocimientos y realizar varios cambios durante su vida laboral.

Además, dentro de cada estudio, profesión o empleo, existen muchas especialidades y posibilidades.

También es probable que si alguien se decide a iniciar estudios universitarios, piense más adelante en seguir algún posgrado, especialización, maestría o doctorado, una vez finalizada la primer carrera.